Cuando Jennifer Reyes emigró desde República Dominicana en 2016, buscaba un futuro mejor. Al llegar a Estados Unidos, hizo una lista con sus objetivos: continuar con sus estudios, encontrar un empleo mejor y ganar más dinero. Pero en ese momento no sabía hablar inglés.
“Una de las razones por las que elegí la universidad Urban College de Boston fue que tenían clases de español, algo que creía imposible encontrar en esta ciudad”, cuenta. “Puedo decir que esa fue la motivación principal”.
La universidad Urban Collge de Boston es una de las siete Instituciones al Servicio del Hispano (o HSI, por sus siglas en inglés), reconocidas federalmente con al menos un 25% de alumnos latinos. Este reconocimiento abre las puertas para obtener fondos federales especiales.
Sin embargo, a diferencia de las universidades con alumnado afroamericano o nativo, que tienen designaciones federales similares, las Instituciones al Servicio del Hispano no necesitan hacer compromisos específicos para apoyar a los estudiantes latinos.
Testimonios de primera mano de estudiantes y profesores en esas instituciones dan cuenta de una amplia gama de servicios de apoyo. La Urban College de Boston, Institución al Servicio del Hispano desde hace más de 25 años, goza de buena reputación entre los estudiantes latinos por cuidar su idioma y cubrir otras necesidades. En la universidad Bunker Hill, que logró este reconocimiento federal en 2020, algunos alumnos se quejan de que la escuela se queda corta a la hora de proveerles con un apoyo adecuado – aunque uno de sus profesores puntualizó que en el centro se está tratando de hacer más esfuerzos.
Deborah Santiago, directora de Excelencia en Educación, una organización sin fines de lucro con sede en Washington D.C., opina que un compromiso explícito e intencional concretaría el apoyo que ofrece cada centro de estudios.
“Si tuvieras que explicar por qué tus estudiantes hispanos progresan adecuadamente, ¿cómo lo dirías? De esa manera se traduce lo que sabes de los estudiantes, cómo los apoyas y con qué intención”, afirma. “Si puedes decir que nuestro programa de difusión está funcionando, significa que sabes a quiénes está ayudando y cómo”.
Además de Urban College y Bunker Hill, las Instituciones al Servicio del Hispano son: el Instituto de Tecnología Franklin Cummings y las universidades Cambridge College, North Shore Community College, Northern Essex Community College y Springfield Technical College. Tres de ellas reciben financiación por ser HSI- Bunker Hill, Springfield Tech y Northern Essex – con subvenciones que van de 2.1 a 3.4 millones de dólares.
Entre este tipo de centros, Urban College tiene una de las concentraciones más alta de latinos, de un 63%, mientras que Bunker Hill tiene el mayor número de estudiantes, unos 2,600.
Evaluar las cifras de graduación en las escuelas de dos años es complicado porque no todos los estudiantes se matriculan buscando una titulación. Las cifras de graduados latinos en seis de los centros del estado van de las más bajas, un 19% en Springfield Tech y un 23% en Cambridge College, a las más altas, un 66% en Bunker Hill y 62% en Northern Essex Community College, cuyas cifras incluyen estudiantes que llegan de otras escuelas, cursan 30 créditos o siguen matriculados después de seis años. Urban College no proporcionó estos datos cuando GBH News los solicitó.
Una mirada más amplia a los porcentajes de graduación en el estado deja ver un escenario variado entre los latinos en la educación superior. Aunque el porcentaje de graduados en titulaciones de 4 años es mayor que en el resto del país, todavía están por debajo de la población blanca en graduaciones universitarias. Solo 27% de los adultos latinos en el estado ha obtenido un grado técnico o superior a partir de 2018, aproximadamente la mitad que los adultos blancos, según Excelencia en Educación.
“La población latina es la que tiene un crecimiento más rápido en el estado. En una región como Nueva Inglaterra, donde la población general se está reduciendo, juegan un papel esencial”, afirma el Comisionado de Educación Superior Carlos Santiago. “Si no educamos al grupo que crece más rápido, estaremos en franca desventaja”.
En los estados del sudeste las HSI juegan un papel importante en la educación de las grandes poblaciones hispanas. Las HSI empezaron como un esfuerzo de base a principios de los años ochenta, cuando los líderes universitarios en Texas y Nuevo México se hicieron conscientes del número creciente de estudiantes latinos matriculados. La Asociación Hispana de Universidades se creó en 1986 y acuñó el término “Institución al Servicio del Hispano”. En 1992, el congreso garantizó el reconocimiento oficial de estas escuelas. Tras obtener el estatus de HSI, las universidades son elegibles para recibir financiamientos a través de tres programas del Departamento de Educación de Estados Unidos.
Acción para el Desarrollo Comunitario de Boston (Action for Boston Community Development), una agencia sin ánimo de lucro para combatir la pobreza, fundó Urban College en 1993 para atender a los estudiantes que no correspondían al perfil más común por edad u otras características. El presidente actual de la universidad, Michael Taylor, cuenta que a final de los noventa los educadores escolares estaban preocupados de que el personal hispano y latino no tenía una ruta clara hacia la educación superior.
“La universidad Urban College de Boston respondió rápidamente a la hora de proveer estos cursos en los idiomas nativos de los estudiantes, para que pudieran inscribirse, sentirse cómodos y apoyados”, cuenta.
Su programa de educación escolar permite que los estudiantes cuya primera lengua no es inglés inicien cursos en su idioma natal. De esta manera los alumnos pasan gradualmente a tomar los cursos en inglés mientras estudian para obtener una graduación técnica.
Reyes se matriculó en la Urban College de Boston en 2019 y empezó a tomar clases bilingües en la educación primaria. Liliana Avendaño, otra estudiante del programa, enfatiza que los cursos en español le proporcionaron beneficios psicológicos y académicos.
“Cuando la universidad Urban College de Boston abrió sus puertas y dijo “no te preocupes si no hablas inglés, te ofrecemos estas clases en español”, pensé “esta es la oportunidad”, cuenta Avendaño. “Cuando no hablas ni entiendes inglés, te sientes frustrado. Eso nos podía dar valor y coraje”.
Taylor explica que la Urban College de Boston no ha subido el precio de su matrícula en nueve años para seguir siendo accesible. Además, ofrece el Plan Comunitario de Matrícula Gratis, que cubre hasta tres años de universidad para estudiantes con ingresos bajos, sin importar cuál es su condición migratoria, y ayuda con los costos de transporte, una computadora personal y otros gastos de la escuela.
"Una universidad accesible para los latinos no es suficiente".Palabras de Carlos Santiago, Comisionado de Educación Superior en Massachusetts.
Bunker Hill, una HSI mucho más reciente en la que el 26% de los alumnos son hispanos, también ofrece ayudas similares para que estudiar sea más accesible.
El Comisionado para la Educación Santiago, que es puertorriqueño, afirma que además de los costos, es importante entender otros desafíos que enfrentan los estudiantes latinos.
“Es crucial considerar el tema económico para que asistan a la universidad y lo hagan con éxito. Pero también nos dimos cuenta que no era suficiente”; afirma. “Se necesitan estructuras de apoyo, ya sean lingüísticas o de otro tipo, pero esenciales para que un estudiante logre realizar sus estudios”.
Antes de obtener el estatus de HSI, Bunker Hills ya había implementado algunas iniciativas encaminadas a apoyar específicamente a los estudiantes latinos: la Iniciativa Prosperidad para Estudiantes Latinos, el Mes de la Herencia Hispana y la Iniciativa HOPE (Alto a las rutas opresivas a través de la educación/ Halting Oppresive Pathways through Education).
La universidad también tiene un Club de Latinos que estuvo inactivo durante varios años. Miguel Zepeda Torres, presidente del departamento de lenguas globales, afirma que el estatus de HSI inspiró el renacimiento del club, y 15 estudiantes se inscribieron a principios del semestre de otoño de 2021.
Sin embargo, parece que las reuniones se han suspendido de nuevo. Justin Muñoz, estudiante de Bunker Hill, miembro de la Asociación de Gobierno Estudiantil, se ha centrado en crear lo que la universidad llama “Rutas para la Prosperidad a través de Programas Culturalmente Sensibles”. Zepeda Torres, quien es mexicano-americano, dice que estas rutas se enfocan en los objetivos finales de las carreras de los estudiantes.
“Pongamos que se decantan más por la ciencia. En ciencias, tenemos una ruta que los encamina a la carrera que quieren estudiar. ¿Pero cuál es el objetivo final? ¿qué quieren hacer?”, dice. “Cuando eligen un objetivo, escogen una ruta que los lleva hacia él. Nos centramos en los pasos que deben dar para que no pierdan tiempo tomando cursos que no necesitan, y no los perdemos en el camino”.
Zepeda Torres añade que un sistema de comunicación automatizado juega un papel importante en estas rutas. El sistema se comunica con los estudiantes directamente para agendar reuniones con un consejero o manda notificaciones si están tomando clases que no tienen que ver con su objetivo final.
No obstante, Muñoz afirma que Bunker Hill no los apoya cuando no van bien académicamente. Bunker Hill es una institución al Servicio de Asiático americanos y Nativos Americanos de las Islas del Pacífico, o AANAPISI, una designación federal similar-y Muñoz dice que los consejeros designados a estos grupos se ponen en contacto con los estudiantes cuando sus calificaciones están bajando.
“Cuando no voy bien en mis clases, no se ponen en contacto conmigo”, explica. “Del mismo modo que AANAPISI tiene consejeros, debería haber uno para los latinos. Hay una que viene los domingos, pero solo está a tiempo parcial en la universidad, y es la única que habla español.”.
Zepeda Torres dice que la HSI recibirá un apoyo de 2.9 millones de dólares en 2020 y se liberará por cinco años. El dinero se destinará a las rutas guiadas y a servicos de apoyo integrados para estudiantes latinos.
“Buena parte del trabajo no ha impactado aún a los estudiantes”, dice. Pero es algo que que estaba muy atrasado. A fin de cuentas, va a beneficiar a todos. “
En la Urban College, José Colón Rivas, coordinador de programa académico para la educación escolar dice que está fascinado con los esfuerzos que la universidad ha hecho para apoyar a los estudiantes latinos.
“Es un efecto dominó. Sé que si yo influyo en alguien, ese alguien influirá en otra persona del mismo modo”, afirma. “Creo que hasta ahora, con todo lo que hemos sido capaces de implementar, es la manera y el momento adecuados para las comunidades correctas en Massachusetts.”
Reyes está completando sus estudios en el Urban College. Dice que le gustaría ser directora de una escuela pública de Massachussetts.
“Es lo que quiero hacer”, afirma. “Quiero estar preparada para esas oportunidades”.
Diane Adame es asistente de producción de la sección de educación en GBHNews.